Juan Guillermo Chavez Grizales
Andres Felipe Corredor Niño

lunes, 29 de octubre de 2012

Alvar Aalto

Arquitecto y diseñador finlandés, es uno de los más destacados del siglo XX; logró dotar al racionalismo puro, tanto en sus edificios como en sus muebles, de un encanto y calidez poco comunes.


Aalto nació el 3 de febrero de 1898 en Kuortane, y se graduó en la Escuela Politécnica de Helsinki.


Sus primeros edificios famosos son las oficinas e imprenta de un periódico en Turku (1927-1930), célebre por las columnas afiladas que sostienen el techo de la sala de prensa; la biblioteca de Viipuri, que se ha convertido en ejemplo de este tipo de edificios para la arquitectura moderna; y el sanatorio antituberculoso de Paimio (1929-1933), donde, además de los avances tecnológicos, los pacientes disfrutan de elementos arquitectónicos como los soleados balcones, abiertos hacia unas magníficas vistas. Para éste y para otros muchos edificios, Aalto y su primera mujer, Aino Marsio, diseñaron la decoración y los muebles, casi siempre de madera laminada.


En 1935 fundaron la empresa Artek, que todavía hoy produce un mobiliario innovador. La reputación internacional de Aalto creció con una serie de edificios anteriores a la II Guerra Mundial, todos ellos realizados con estructuras de madera, como el Pabellón de Finlandia de la Exposición Internacional de París de 1937 o la Villa Mairea (1938-1939), construida para un cliente acomodado, en donde además consigue, siguiendo los principios de la arquitectura racionalista, una sensación de lujo hasta entonces nunca lograda.


Llegó a los Estados Unidos en 1940 como profesor invitado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y allí permaneció ocho años, durante los cuales proyectó la Baker House (1947), una sorprendente residencia cuya planta serpentea junto al río Charles.


Aalto regresó a Finlandia en 1948 para dirigir la Oficina de Reconstrucción de este país, después de la devastación producida por la II Guerra Mundial. Ideó para Säynätsalo, una villa isleña, el Ayuntamiento (1950-1952), de ladrillo y madera, elevado sobre un podium. De los edificios de Aalto en Helsinki, el más impresionante es la Casa de la Cultura (1967-1975), situada a la orilla del lago.


Aalto murió el 11 de mayo de 1976, en Helsinki.

Reseña: Ayuntamiento de Säynätsalo (1949)



Está ubicado según los cuatro puntos cardinales en un terreno ligeramente inclinado hacia el sur, la parte superior está en el norte, rodeado por un camino de asfalto a través de una zona boscosa, en el municipio de Säynätsalo, Finlandia Occidental.
El complejo está compuesto por cuatro edificios de dos y tres plantas, con una altura máxima de 17 metros, que se relacionan a través de un patio interior.


Éste se eleva la altura de una planta sobre el nivel de calle y desde el exterior se accede a el mediante una escalera en el lado oeste, a la que se llega cruzando una ladera cubierta de hierba. Esta escalera es conocida como “escalera de campo”, pues sus escalones son de tierra, cubiertos con cesped.

La otra escalera que permite el acceso al patio está en la esquina este, tiene dos tiros rectos, una barandilla en el centro y termina en una serie de pérgolas que dan acceso a la entrada principal.


La estructura es aparente en el interior, las jácenas y las vigas son visibles. No existiendo ningún elemento revestido se facilita la ventilación en un lugar donde el clima es muy duro.
El techo de la sala del consejo, muy alto y de madera se sujeta mediante dos vigas, también de madera, paralelas y de igual tamaño y forma. De cada viga salen dos grupos de barras a modo de abanico dispuestas en tres dimensiones y que sujetan el techo. Este tipo de estructura para la cual no aun no existían métodos de cálculo en ese momento, resultó ser una novedad para la época.



El aprovechamiento de la luz natural, una constante en la obra de Aalto, ayuda a entender el ritmo de la estructura aparente desarrollada en los pasillos, alrededor del patio, al que abrazan tres de los edificios, quedando la biblioteca, que es el cuarto, como un elemento suelto.
El edificio está hecho de ladrillo rojo, sin barnizar, un material muy poco usado en Finlandia, por lo que resultó novedoso, combinado con madera oscura, cristal y detalles de cobre. También se utilizaron ladrillos en algunas zonas del suelo. La traba de los ladrillos está colocada con una enorme precisión y exactitud y en su interior el cristal y la madera se disponen asimétricamente, componiendo un collage de superficies diferentes. Los pasillos que parten del vestíbulo han sido recubiertos con cerámicos